El encarecimiento de la cesta de la compra está haciendo mella en el bolsillo de las familias españolas. Es por ello que se hace necesario utilizar algunos trucos para ahorrar en casa.
Empieza por organizar tu cocina
Una buena manera de ahorrar dinero es organizando el menú semanal, para no repetir platos ni terminar tirando la comida si no se ha consumido. Pero sin duda, uno de los aspectos más importantes es planificar la compra. Si no quieres volverte loco, lleva contigo una lista de la compra y cúmplela, dejándote llevar únicamente por las ofertas. También hay que prestar atención a cómo organizamos la nevera, evitando los cambios bruscos de temperatura que favorecen el deterioro de la comida, y seguir una rutina de higiene, entre otras cosas.
Todo ello hará que gastemos menos y que no tengamos que tirar alimentos. Antes de ir al supermercado, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Realmente necesito todo esto? Este es un truco que funciona bien y que nos ayudará a planificar mejor nuestra compra. La lista es un aliado imprescindible en el ahorro del hogar. La propuesta es comprar solo lo que vamos a necesitar, evitando ir al súper con hambre, para no caer en la tentación de comprar aquello que no es esencial.
Por ejemplo, si realizamos la compra con nuestros hijos, nos pondremos de acuerdo con ellos para saber lo que quieren comer. El hacer la lista previamente evitará que nuestros hijos acaben pidiéndonos infinidad de caprichos. Por otra parte, para fomentar el consumo de frutas y verduras, podemos elaborar juntos un cartel divertido con sus frutas y verduras favoritas. Así, a la hora de hacer la compra, sabremos con antelación qué fruta o verdura no puede faltar en casa. También podemos hablar con los más pequeños para que hagan una lista de la compra con los productos que ellos quieran que incluyamos.
Con la lista ya hecha, toca coger el carrito y hacer la compra. Hay que elegir un establecimiento cercano a casa, con una amplia oferta de productos frescos y de calidad, que no solo nos proporcione los mejores alimentos, sino que también nos brinde asesoramiento, soluciones fáciles y rápidas y servicios complementarios.
¿Qué es lo que no puede faltar en la cocina?
Estos son los alimentos que no deberían faltar en tu nevera para tener una dieta completa y nutritiva sin realizar un gasto excesivo:
- Las legumbres son, sin duda, uno de los alimentos más ricos en proteínas. Por ejemplo, 100 gramos de lentejas te aportan más de 10 gramos de este nutriente, uno de los alimentos más baratos y saludables. La riqueza en proteínas y minerales convierte las legumbres en un alimento muy valioso para dietas de adelgazamiento y de control de peso. Las legumbres y los cereales constituyen los alimentos más ricos en proteínas. Así, estos dos alimentos son clave en nuestra alimentación, y no podemos prescindir de ellos. En este sentido, no olvides combinar cereales integrales con legumbres, así como elaborar tus platos con arroz, pasta, cereales de desayuno, cereales para el desayuno o pan. ¿Sabes que las dietas más completas son aquellas en que se mezclan estos dos alimentos? El huevo es uno de los alimentos más ricos en proteínas. Es un alimento muy nutritivo, rico en vitamina B12 y minerales como el hierro y el zinc. 100 gramos de huevo contienen 8 gramos de proteínas y también aportan vitaminas y minerales que son beneficiosos para el cuerpo. Por esta razón, no podemos excluirlo de nuestra dieta. Sin embargo, su alto contenido en colesterol le hace tener detractores. Por eso, te recomendamos no consumirlo más de 3 veces por semana. Las proteínas vegetales son más ricas en fibra y, por ello, tienen un menor contenido en grasas y colesterol.
- No podemos olvidar la fruta y la verdura en nuestra dieta realizando un gasto moderado. Tienen pocas calorías y nos aportan vitaminas y minerales muy importantes. Tenemos que comprar siempre las frutas y verduras que estén en temporada, ya que serán más económicas y más frescas.
- La leche es una de las mejores fuentes de calcio, un mineral clave para la salud de los huesos, tanto de los más pequeños como de los más mayores de la casa. Asimismo, contiene altas dosis de vitamina B, nutriente esencial para evitar la depresión y los efectos del estrés. Además, es un alimento muy económico que podemos conseguir en cualquier supermercado.
- El queso es rico en calcio, proteínas y vitamina B, lo que lo convierte en un excelente aliado de nuestra salud, especialmente en la etapa infantil y juvenil. Gracias a su contenido en calcio, el queso está especialmente indicado en los casos en que se necesita favorecer el crecimiento óseo o en épocas de crecimiento. Gracias a su elevado contenido en proteínas y en fibra, los frutos secos son uno de los alimentos más ricos en nutrientes. Las nueces, almendras o cacahuetes son los más ricos en proteínas, aunque también podemos encontrar importantes niveles de este nutriente en el sésamo, la avellana o la soja, entre otros. Sin embargo, debes tener cuidado con su contenido en grasas. Por eso, no debes abusar de ellos y te recomendamos consumirlos con moderación.
- La carne es uno de los alimentos más ricos en proteínas. De hecho, 100 gramos de carne contienen hasta 20 gramos de proteína. Entre las carnes más recomendables están el pollo, el pavo o el conejo. Sin embargo, debemos limitar su consumo para cuidar la salud de nuestro organismo.
- Respecto al pescado lo hay muy económicos y nutritivos como las sardinas o el boquerón. Es importante consumir pescado por lo menos dos veces por semana para mantener nuestro organismo sano. La merluza o la dorada también son muy ricos en proteínas y son más baratos que otros pescados de mayor tamaño. Por su parte, el pescado azul como las sardinas o el atún son más recomendables por su alto contenido en omega-3. Las legumbres con pescado son una combinación perfecta. Prueba este delicioso salteado de alubias con filetes de merluza en adobada y sorprende a tu familia y amigos. Te aseguramos que el sabor sorprenderá a todos.
Lo fundamental es que huyas de platos preparados, ya que son menos saludables y su precio es mayor. Por eso, en cuanto a la alimentación se refiere, lo mejor es preparar nuestros propios platos con alimentos frescos y consumir alimentos saludables, como los que te acabamos de enumerar. Recuerda que los alimentos procesados son ricos en grasas, azúcares y sal, nutrientes que se acumulan en nuestro cuerpo produciendo sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Es posible consumir menos electricidad
Es posible ahorrar en la factura de la luz si planificamos lo mejor posible nuestros horarios. Eso nos permitirá aprovechar las horas valle, más baratas que las horas punta. Para ello tienes que informarte bien sobre las tarifas más ventajosas o saca partido a las herramientas de ahorro que tienen a tu disposición algunas compañías eléctricas. Otra de las opciones para ahorrar en luz es la de contratar un comparador de tarifas. Estas herramientas son muy útiles para conocer y comparar las ofertas que mejor se adapten a tus necesidades y a tu bolsillo.
Para no desperdiciar energía es importante que ventiles tu casa al menos 10 minutos a la mañana y otros 10 minutos a la tarde. Ahorrar en la luz significa optimizar la luz natural. Por eso no olvides que, si la casa cuenta con ventanas amplias y las persianas están echadas, no necesitas encender la luz de las habitaciones. Sin embargo, en caso de que sean estrechas, apaga las luces.
Otra buena manera de ahorrar en la luz es recurrir al aislamiento de tu casa. Y es que si tu hogar está bien aislado es probable que no necesites ni encender la calefacción en invierno ni el aire acondicionado en verano, algo que se traduce en un gran ahorro en la factura de la luz.
Algunos electrodomésticos son grandes consumidores de energía. Ahorrar en la luz significa revisar periódicamente sus hábitos de uso y reducir su consumo. De ese modo evitarás su obsolescencia y el derroche de energía. Por ejemplo, recuerda que las lavadoras y los lavavajillas actuales ya cuentan con un programa ecológico, lo que implica que puedes programar el lavado en ciclos de agua fría, lavar en frío en lugar de caliente, programar los lavados, etc. No solo puedes ahorrar en tu factura de la luz si reduces el consumo energético sino también si cambias algunos hábitos que nada tienen que ver con el ahorro. Por ejemplo, si desenchufas el cargador del móvil cuando no lo utilizas, evitarás que se siga descargando mientras permanece conectado. Lo mismo sucede con el ordenador portátil, el enchufe de la televisión o la videoconsola.
Las luces led tienen muchos beneficios, como una vida útil muy larga, ahorran energía y, además, su consumo es inferior que el de las bombillas tradicionales. Por ello, debes sustituir las bombillas tradicionales por lámparas led. Además de reducir tu consumo de energía, contribuirás a mejorar el medio ambiente.
Si tienes que renovar algún electrónico asegúrate que es de clase A++ y no A+, ya que ahorran un 20% más de energía. Por lo general son más caros, pero a la larga compensa y se amortiza. En el caso de tener calentador eléctrico puedes conectarlo a un interruptor con interruptor o a un interruptor inteligente. De ese modo programarás las horas a las que quieras que se active.
Cocinando también podemos optimizar el consumo de luz (si nuestra cocina no funciona mediante gas): cuando utilices el microondas no pongas un plato con alimentos y luego lo tapes, lo recomendable es siempre taparlo con una tapadera adecuada, con esto evitarás el sobrecalentamiento y no gastarás tanta energía. De este modo, puedes cocinar la comida de una manera más rápida y no gastarás tanta energía.
Otra manera de ahorrar, en caso de que quieras utilizar la cocina eléctrica, sería la de cocinar con la vitrocerámica apagada, para así aprovechas el calor de la comida. De este modo no deberás esperar que se enfríe para poder consumirla.
Esperemos que estas ideas puedan serte de gran ayuda, pero seguro que tu tienes tus propios truquillos. ¿Cuáles son?